Por lo general deberá permanecer en el hospital entre uno y tres días después de un procedimiento laparoscópico. Se espera que se levante de la cama y se siente en una silla la primera noche de la cirugía y el día siguiente debe caminar. Debe hacer ejercicios de respiración. Se le administrará medicación para el dolor cuando lo necesite.
El primer día o el segundo después de la cirugía se le permitirá consumir una onza de líquidos cada hora. El volumen de líquidos se le aumentará gradualmente.
Es posible que le permitan consumir alimentos para bebé o algún alimento en forma de puré. Deberá seguir con la dieta líquida o de puré hasta que su médico lo evalúe, más o menos en una a dos semanas después de su regreso a casa. En la primera visita de control el cirujano le recomendará los cambios en la dieta.
Se le recomienda caminar y hacer ejercicios ligeros. Es importante que continúe con los ejercicios de respiración en su casa.
El dolor después de la cirugía laparoscópica suele ser leve, aunque es posible que algunos pacientes necesiten medicación para controlarlo.
Luego de la cirugía es importante que atienda rigurosamente todas las indicaciones de su médico. Aunque algunas personas se sienten mejor al cabo de unos pocos días, recuerde que su organismo necesita tiempo para sanar.
Es probable que pueda reanudar la mayoría de sus actividades normales al cabo de una o dos semanas. Entre dichas actividades se incluyen: ducharse, conducir automóviles, subir y bajar escaleras, trabajar y hacer ejercicios livianos.
Debe solicitar una cita de control antes de cumplirse 15 días de su operación.