En términos generales se trabaja con el IMC (Índice de masa corporal)
Se dice que hay indicación absoluta de cirugía en pacientes con IMC mayor a 40 asociado o no a enfermedad y pacientes con IMC mayor a 35 asociado a enfermedades.
La obesidad leve o tipo I se considera según los estándares internacionales como una indicación relativa de cirugía. Es decir, se individualiza en cada paciente la situación y se define su intervención.
En otras palabras, se pueden operar todos los pacientes con IMC mayor a 30 individualizando cada caso en particular.
Se realiza una simple operación aritmética, que es una división, entre el peso en Kg y la estatura en metros elevado al cuadrado Kg/ m2 obteniendo la siguiente clasificación:
15-20. BAJO PESO
20-25. NORMAL
25-30. SOBREPESO
30-35. OBESIDAD TIPO I
35-40. OBESIDAD TIPO II
40-50. OBESIDAD TIPO III
50-60. SÚPER OBESIDAD
>. 60. SÚPER – SÚPER OBESIDAD
Hay una gran cantidad de enfermedades asociadas, producidas o empeoradas por la obesidad, como hipertensión arterial, dislipidemia (triglicéridos y colesterol), diabetes mellitus, síndrome metabólico, arteriosclerosis, síndrome de apnea del sueño, problemas articulares (rodilla, cadera, tobillo, columna), insuficiencia venosa, reflujo gastroesofágico, incontinencia urinaria, infertilidad y trastornos menstruales, cáncer de endometrio, próstata, colon y seno, depresión, enfermedades dermatológicas y cambios múltiples en la piel, hígado graso, entre otros.
Existen varias, pero en términos generales se dividen en restrictivas, malabsortivas y mixtas.
La manga gástrica es la clásica restrictiva al igual que la banda y la plicatura (estas dos últimas no avaladas por las sociedades científicas).
El Bypass gástrico es la principal cirugía mixta y el Switch duodenal la principal malabsortiva.
Las únicas contraindicaciones actuales para cirugía bariátrica son: enfermedad psiquiátrica no controlada, enfermedad metabólica no controlada, enfermedad oncológica (cáncer) no controlada y farmacodependencia o alcoholismo no controlados.
Se hacen exámenes prequirúrgicos rutinarios como para cualquier cirugía y una endoscopia digestiva que es absolutamente necesaria. Según la edad y las enfermedades asociadas se hacen exámenes individualizando cada caso.
El paciente y el tipo de cirugía realizada son los factores principales en este proceso. La pérdida de peso es gradual, y la mayor parte ocurre durante los primeros seis meses, llegando al punto de mantenerse estable alrededor de los 18 meses luego de la intervención. La cirugía de obesidad permite perder entre un 60% y 90% del exceso de peso, un promedio de 3 a 9 kilos por mes; aunque alguien puede no llegar a su peso ideal, la pérdida de kilos es realmente significativa. Es importante seguir las condiciones médicas y continuar visitando frecuentemente al especialista.
La cirugía debe hacerse con anestesia general.
Se hace siempre por vía laparoscópica, a menos que exista una condición médica o quirúrgica que lo impida y se proceda a cirugía abierta convencional. La duración es aproximadamente de una hora o una hora y media.
Usualmente 1 noche de hospitalización es suficiente y puede reintegrarse normalmente a los 8 días a sus actividades.
Son los relacionados con cualquier cirugía Laparoscópica mayor, pero en términos generales es una cirugía muy segura y cuyas complicaciones están por debajo del 2 %.
No, la movilización rápida es fundamental en el posoperatorio de una cirugía bariátrica. Es decir, debe sentarse en una silla en las primeras 12 horas y estar deambulando al día siguiente. El reposo está prohibido en este posoperatorio.
El ejercicio lo puede empezar a las dos o tres semanas, iniciando con ejercicio suave mientras se adapta y progresivamente se debe ir aumentando.
Después de ser operado la dieta debe empezar a base de líquidos e ir evolucionando durante tres meses hasta la dieta normal, pero en menores cantidades, varias veces al día y masticando muy bien. No es recomendable ingerir azúcares ni bebidas alcohólicas. En el proceso de la cirugía se le entregará por escrito todo lo concerniente a la misma.
No hay otro tratamiento mejor para la obesidad que la cirugía bariátrica, aunque los resultados dependen en gran manera del paciente y de cómo siga las recomendaciones respecto a su alimentación y estilo de vida. Si es el caso, cuando el paciente no siga su dieta y exagere con alimentos indebidos, alejándose completamente de las recomendaciones médicas, seguramente empezará aumentar de peso.
No es recomendable embarazarse durante el primer año después de haberse realizado la cirugía. No existe ningún riesgo después, cuando se llegue a un peso estable.
Por el contrario, la cirugía bariátrica es un facilitador del embarazo porque al corregir la obesidad mejora la fertilidad.
Cada paciente tiene una recuperación diferente, algunos no necesitan un procedimiento de cirugía plástica, aunque es normal que al perder mucho peso la piel cuelgue. Esto en realidad no es un problema serio, el paciente debe aceptarlo, o de otra forma, practicar una cirugía estética.
Al realizar esta cirugía a pacientes muy obesos, la pérdida de peso produce un exceso de piel abundante que sí puede producir problemas funcionales y además problemas estéticos, entonces se les recomiendan la interconsulta y corrección por el cirujano plástico de un año y medio a dos años después de la cirugía.